Estos incidentes de manipulación prohibida o incluso perjudicial del vino se remontan a tiempos remotos. Se intenta "mejorar" la calidad mediante aditivos no autorizados o fingir una identidad falsa mediante manipulaciones como el etiquetado fraudulento o la mezcla con vinos de calidad inferior, eludiendo la normativa vitivinícola. A continuación se describen las falsificaciones de vino más espectaculares y extensas de los tiempos modernos:
Escándalo del vino artificial Italia 1968
En los años 60, los vinos italianos se hicieron populares, sobre todo en Alemania, debido a que Italia se convirtió en un popular destino de vacaciones en aquella época, y se importaron millones de hectolitros. Entre ellos se encontraban los productos más baratos de supuestas marcas como Chianti (en las cursis damajuanas envueltas en hilachas), Lambrusco y Valpolicella, que nunca habían visto las regiones de cultivo en cuestión. Muchos se enriquecían con azúcar y agua, se embellecían con sangre de bovino y el mucílago vegetal agar agar (elaborado a partir de algas) y el brillo ardiente se creaba añadiendo yeso. Se denunció a más de 200 adulteradores de vino, algunos de los cuales también habían utilizado agua de río y el caldo de higos o plátanos estropeados para endulzar el vino. Evidentemente, la ley del vino introducida en 1963 con el sistema de DOC aún no había entrado en vigor.
Escándalo del glicol Austria 1985
En una entrevista realizada en 2010 a Josef Pleil, presidente durante muchos años de la Asociación Austriaca de Viticultores, explicó los antecedentes del escándalo del glicol de 1985 (muy resumido): Las raíces del escándalo del vino se remontan probablemente a principios de los años setenta. Para evitar el éxodo de muchos pequeños agricultores, se autorizó a todos los viticultores de la región fronteriza a plantar 0,5 hectáreas más por explotación. Con ello se pretendía evitar que los numerosos pequeños agricultores entraran en el mercado laboral vienés. Al cabo de sólo cinco años, esto se tradujo en una expansión de unas 15.000 hectáreas de viñedos y, por tanto, en un exceso de producción. A principios de los años 80, sin embargo, el consumo de vino disminuyó en toda Europa.
En Alemania había entonces una buena demanda de vinos dulces. Algunos "especialistas ingeniosos" intentaron satisfacer esta demanda añadiendo dietilenglicol a vinos de mesa sencillos y baratos para simular vinos Prädikat de alta calidad y ofrecerlos a precios muy bajos. Al principio funcionó bastante bien.
Primera sospecha
En diciembre de 1984, un desconocido con acento alemán se presentó en el Instituto Federal de Agricultura y Química de Viena, colocó sobre la mesa una botella que contenía un líquido almibarado y comentó: "Esto es lo que utilizan los falsificadores de vino austriacos". Se trataba del dietilenglicol utilizado en los anticongelantes. Tras la producción masiva de los años setenta y la caída del precio de los vinos de calidad austriacos, los inspectores de las bodegas estatales tenían desde hacía tiempo una vaga sospecha. Tanto vino Prädikat no podía producirse de forma natural. Pero las solicitudes de registro de los locales de los comerciantes de vino sospechosos eran regularmente rechazadas por el tribunal por desproporcionadas.
Uso de dietilenglicol
Por supuesto, ya entonces existían muestras analíticas de calidad para los vinos, pero el límite de detección en aquella época era de 200 mg de dietilenglicol por litro de vino. Sin embargo, esto era bien conocido en el mundillo de la falsificación de vinos. Para reducir el contenido de glicol por debajo del límite de detección del laboratorio, se mezclaba uno a diez con vino no adulterado. A raíz de la información descrita, en Austria se perfeccionaron los métodos de laboratorio, y ahora el vino con glicol podía reconocerse como adulterado a partir de tan sólo 5 mg/l utilizando el método de cromatografía de gases. Cuando se corrió la voz de esto en la escena de la falsificación, se colapsaron las depuradoras de aguas residuales porque el vino glicólico se vertía en el alcantarillado en cantidades extremas que aún hoy se desconocen, sólo para evitar ser condenados o pillados. Cientos de miles de hectolitros de vino tuvieron que destilarse en alcohol industrial.
El vino de mesa se convirtió en vino Prädikat
La mayor parte fue producida por viticultores de Baja Austria y Burgenland, algunos de los cuales también contaron con...
