Desde la antigüedad, se ha utilizado una gran variedad de maderas de las especies arbóreas acacia, eucalipto, castaño, cerezo, palma, pino y cedro para fabricar barriles de vino. Los barriles de madera apenas se conocían en la antigua Grecia, pero el historiador griego Heródoto (482-425 a.C.) habla de barriles de este tipo en la ciudad de Babilonia, que estaban hechos de madera de palma. Se considera bastante seguro que los celtas ya utilizaban barriles de madera para el transporte entre dos y un milenio antes del calendario y que los romanos adoptaron de ellos esta habilidad. Sin embargo, la madera más adecuada para almacenar vino o envejecerlo en barrica es el roble. Es una de las maderas más duras, resistente, muy duradera y, aun así, fácil de trabajar. Además, la naturaleza de sus poros en forma de anillo impide que los líquidos atraviesen la madera. Esto es ideal para la construcción de todo tipo de recipientes, especialmente barricas.
Por último, la madera de roble tiene una afinidad natural con el vino. En Francia, esto se reconoció muy pronto y se ha utilizado durante siglos para el tipo de barrica barrique creada en Burdeos. Existen unas 300 especies de roble en el mundo, pero sólo tres especies de roble blanco pertenecientes al género taxonómico Quercus se utilizan para barricas de madera. Dos de ellas crecen en Europa. Se trata del roble de invierno, encina o roble albar (Quercus sessiliflora o petraea), y del roble de verano o roble común (Quercus robur o pedunculata). El tercero es el roble blanco americano (Quercus alba), con numerosas especies. Por regla general, el roble americano produce vinos más astringentes y aromáticos que el roble europeo. En aras de la exhaustividad, debemos mencionar también la especie de roble Quercus suber, con cuya corteza se fabrican los tapones de corcho.
Para las barricas de roble se utiliza madera de árboles de al menos 80 a 100 años. Una vez terminadas, se someten a tostado (quemado de las barricas). Se distinguen tres grupos de fenoles de la madera que entran en el vino durante la crianza en barrica. Los primarios se lixivian directamente, los secundarios se forman química y microbianamente a partir de los fenoles de la madera y, en tercer lugar, están los que se forman por la degradación de la lignina, componente de la madera de roble. Entre estas sustancias aromáticas destacan los eugenoles, furfurales, lactonas, taninos, terpenos y vainillinas. Las maderas de grano fino liberan estas sustancias lentamente y en menor cantidad y las de grano grueso rápidamente y en mayor cantidad. La granulometría se expresa en francés, por ejemplo, como "grain fin" para una madera de poros finos y "grain gros" para una madera de poros gruesos.
Hasta principios del siglo XX, la madera de roble procedía principalmente de Polonia, Letonia y Estonia. Hoy en día, la madera procede principalmente de Francia y Norteamérica. Los robles americanos de la especie Quercus alba crecen principalmente en los bosques secos...
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Prof. Dr. Walter Kutscher
Lehrgangsleiter Sommelierausbildung WIFI-Wien