Las hojas son las centrales energéticas de las plantas verdes y, junto con las raíces, los órganos nutritivos más importantes. En la vid, se forman como excrecencias laterales en los nudos (ganglios) de los sarmientos jóvenes en crecimiento, al igual que los ojos, los zarcillos y las inflorescencias (brotes o uvas posteriores). A medida que la punta del brote crece en longitud, las nuevas hojas se ramifican continuamente y se desarrollan de forma específica para cada variedad. Con la ayuda de pigmentos foliares como las clorofilas, los carotenoides y los flavonoides, las hojas absorben la energía solar y la convierten en glucosa rica en energía (azúcar de uva) y oxígeno durante la fotosíntesis, utilizando dióxido de carbono y agua. El dióxido de carbono necesario para ello se absorbe del aire a través de los estomas (estomas), normalmente en el envés de las hojas. El oxígeno producido durante el día escapa al exterior a través de estos pequeños estomas.
1 = hojas basales sin zarcillos, 2 = uva, 3 = zarcillo, 4 = entrenudo, 5 = punta del brote, 6 = nudos con uvas o zarcillos, cada uno con una hoja opuesta, 7 = nudo sin uva ni zarcillo.
Debido al déficit de saturación de vapor de agua en el aire, cada célula vegetal pierde constantemente agua, que se evapora en el aire. Este complejo proceso se denomina transpiración (en cambio, la evaporación del agua en superficies de tierra o agua sin vegetación o...
Por mis muchos años de trabajo como redactor con un enfoque vinícola, siempre me gusta informarme en la enciclopedia del vino cuando tengo preguntas especiales. La lectura espontánea y el seguimiento de los enlaces suelen conducir a descubrimientos apasionantes en el amplio mundo del vino.
Dr. Christa Hanten
Fachjournalistin, Lektorin und Verkosterin, Wien