Sinónimo (también peronospora de la vid) del mildiú velloso; véase allí.
Denominación de dos peligrosas enfermedades de la vid causadas por hongos. Se introdujeron por primera vez en Europa en la segunda mitad del siglo XIX con material de vid contaminado procedente de Norteamérica. Ambos tipos de hongos son parásitos biotróficos, lo que significa que se alimentan de las células vivas del huésped infectado. Las dos enfermedades de oídio se confunden a menudo, no tanto por los síntomas, que son bastante obvios, sino por los nombres confusamente similares. Existen hongos de oídio específicos para cada planta, por ejemplo, para manzanas, guisantes, pepinos, rosas, espinacas y vides. Los hongos son estrictamente específicos del huésped, es decir, sólo pueden vivir en su huésped u huéspedes.
Ambos se controlan convencionalmente con azufre (oídio) y sulfato de cobre o caldo bordelés (mildiú velloso). Sin embargo, cada vez se utilizan más fungicidas especiales o agentes fitofortificantes. A menudo, la lucha debe realizarse varias veces durante el periodo vegetativo. A la hora de cruzar nuevas variedades, ahora también se hace hincapié en la resistencia a ambos tipos de hongos. Cabe señalar que algunas especies de mariquitas, que figuran entre los insectos beneficiosos más importantes en viticultura, se alimentan exclusivamente de mildiu. Sin embargo, esto carece de importancia a la hora de controlarlos en el viñedo.
A menudo se plantan rosales en los bordes de los viñedos o al final de cada hilera de cepas como sistema de alerta temprana. Actúan como "centinelas" o plantas indicadoras, por así decirlo, ya que son atacadas por ambos tipos de mildiu antes que las vides y, de este modo, informan al viticultor de la infestación a tiempo para que tome medidas preventivas de defensa. También sirven de refugio a los insectos beneficiosos. Se trata de una práctica habitual en la región vitícola francesa de Graves, por ejemplo, pero también en otros países.
El oídio también se conoce como "Oidium" u "Oidium tuckeri" en honor al jardinero William Tucker, que descubrió el hongo por primera vez en Inglaterra en 1845. El agente causante de la enfermedad pertenece a los hongos tubícolas (Ascomycota), el nombre botánico es "Erysiphe necator var. necator" o también "Uncinula necator var. necator". El hongo fue identificado y descrito en Norteamérica ya en 1834. Probablemente se introdujo en Europa a través de Inglaterra a principios de la década de 1840 y posteriormente se extendió...
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Markus J. Eser
Weinakademiker und Herausgeber „Der Weinkalender“