Denominación para las sustancias que aumentan o refuerzan la resistencia de las plantas a los organismos nocivos. Sin embargo, no deben tener ningún efecto directo sobre organismos nocivos o patógenos, ya que de lo contrario estarían sujetos a una normativa mucho más estricta como productos fitosanitarios. Según su efecto, los hay inorgánicos (por ejemplo, harina de roca que refuerza la pared celular y vidrio de agua o carbonatos como la potasa o la tiza), orgánicos (por ejemplo, plantas secas, extractos de plantas, aceites vegetales, suero de leche, clara de huevo, propóleo y hormonas vegetales como las auxinas y las giberelinas), homeopáticos (sustancias orgánicas e inorgánicas en cantidades mínimas) y de base microbiana (por ejemplo, hongos y microorganismos). Estos agentes se utilizan en el marco de la protección biológica de las plantas y de la protección integrada de las plantas, que a su vez forman parte de la viticultura biológica y de las formas especiales de la viticultura biodinámica y bioenergética.
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Thomas Götz
Weinberater, Weinblogger und Journalist; Schwendi