Por regla general, se consideran "viejas" las vides de al menos 25 años. Los productores suelen utilizar la edad con fines publicitarios para indicar una calidad especial. Esto se indica en la etiqueta con denominaciones como "viñas viejas" o "vieilles vignes" francesas. Muchos reglamentos de denominación franceses establecen que no pueden utilizarse vides de menos de tres años. Muchas bodegas importantes de Francia sólo utilizan viñas con edades mínimas autoimpuestas para los Grand Vins. Sin embargo, no existe una edad mínima generalmente válida, el término se utiliza de diferentes maneras y tampoco tiene significado en la legislación vitivinícola. A veces también se utiliza para referirse a vides no enraizadas (no injertadas).
Edad y rendimiento
Tras la plantación de nuevas vides, la primera vendimia o prensado del primer vino tiene lugar, como muy pronto, al cabo de tres a cinco años. La edad de la vid influye en la calidad del vino; a menudo se oye la frase "cuanto más vieja, mejor". Normalmente, el vigor y el rendimiento empiezan a disminuir de forma constante en torno a los 20 años y una vid deja de ser rentable alrededor de los 50 años. En general, los viñedos de Europa Central apenas viven más de 25 o 30 años, y luego son sustituidos en su mayoría debido a la disminución de los rendimientos. Lentamente, sin embargo, se observa una cierta inversión de tendencia. Cada vez son más las bodegas que cultivan vides con una edad respetable de 50, 60, 70 y, en algunos casos, incluso más de 100 años en superficies más pequeñas. Los vinos elaborados a partir de estas vides se producen sobre todo en pequeñas cantidades.
Los vinos de estas viñas tienden (aunque no en principio) a ser de mejor calidad. Una de las razones es el menor rendimiento, pero no hay que sobrevalorarlo. Porque también influyen otros factores, como la mejor y más intensa exposición (luz solar) debido al menor crecimiento del follaje y los frutos. Asimismo, el sistema radicular extensamente ramificado de las vides viejas tiene un efecto positivo, aunque la actividad radicular disminuye con la edad. La calidad es la compleja interacción de la variedad de uva, la ubicación (terroir) y el rendimiento. Sin embargo, también se da el fenómeno de que algunos viñedos producen las mejores calidades de vino en los dos o tres primeros años de rendimiento. Esto se debe, entre otras cosas, a una relación óptima entre el follaje y el fruto. Sin embargo, se trata claramente de una excepción y también puede lograrse en viñedos más viejos mediante una gestión adecuada del...
