Término (del latín erodere = roer) que designa el proceso del ciclo de las rocas que incluye la erosión y el hundimiento de la superficie terrestre por la acción del agua, el viento o los glaciares. En viticultura, es una consecuencia de los monocultivos a gran escala. Los viñedos suelen estar plantados en laderas, por lo que la superficie es constantemente arrastrada cuesta abajo por la lluvia y el viento. Para frenar la erosión, a menudo se realizan plantaciones selectivas para estabilizar la superficie del suelo. En algunas regiones vitícolas como Borgoña, el Mosela y el Rin, la tierra se transporta de nuevo a la ladera en cestas. En pendientes pronunciadas, la erosión se evita mediante terrazas con muros de contención. Véase también la lista de palabras clave relevantes en tipo de suelo y cuidados del viñedo (medios y medidas).
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Markus J. Eser
Weinakademiker und Herausgeber „Der Weinkalender“