El agua vital para las plantas se filtra en el suelo tras las precipitaciones (lluvia, granizo, aguanieve, nieve) (en la medida en que las condiciones del suelo lo permiten). Una pequeña proporción procede también de las precipitaciones superficiales formadas por condensación (rocío, escarcha), que es absorbida directamente por las raíces de rocío situadas justo debajo de la superficie. La sustancia no sólida del suelo está formada por poros de diferentes tamaños llenos de aire y/o agua. Los poros pueden constituir entre el 30 y el 60% del volumen total. La porosidad -la relación entre el volumen vacío y el volumen total- depende del volumen de los poros. En el suelo seco, todos los poros están llenos de aire.
El agua infiltrada desplaza primero el aire de los poros finos hasta que finalmente, en el suelo húmedo, el aire sólo permanece en los poros gruesos. El agua adhesiva o capilar es agua retenida contra la gravedad que se adhiere a los poros menores de 10 µm (10 milésimas de milímetro) debido a la tensión superficial del agua (menisco = superficie cóncava del agua). La cantidad de agua adhesiva que el suelo puede retener con sus poros contra la fuerza de...
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Egon Mark
Diplom-Sommelier, Weinakademiker und Weinberater, Volders (Österreich)