Término que designa la autopolinización de una planta con su propio polen durante la floración, lo que conduce posteriormente a la autofecundación (los dos términos se utilizan a menudo indistintamente como sinónimos). La vid cultivada suele tener flores hermafroditas. Los órganos masculinos y femeninos están unidos en un mismo botón floral. Este hecho es la razón principal por la que las vides cultivadas se autofecundan en gran medida.
El proceso dentro de la flor hermafrodita (autógama) o entre dos flores de los mismos racimos (uvas posteriores) se denomina autofecundación en sentido estricto. Entre las flores de dos sarmientos de la misma vid se denomina autofecundación en sentido amplio (geitonógama). Alrededor del 99% de las vides cultivadas son plantas hermafroditas. En este caso, la planta no depende en absoluto de ayuda externa (viento, abejas). Las flores hermafroditas tienen un altísimo grado de autofecundación del 99%, por lo que las abejas o el viento carecen de importancia.
La imagen de la izquierda muestra una flor de vid cerrada, la imagen del centro muestra el desprendimiento del capuchón antes de la polinización y la imagen de la derecha muestra el...
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Roman Horvath MW
Domäne Wachau (Wachau)