Antiguamente, la clarificación o la mejora de un vino se realizaba con medios a menudo oscuros para los estándares actuales, por ejemplo con leche (así se describe en el famoso libro de vinos de Johann Rasch de 1580), orina (sic) o incluso sangre. En la Edad Media, la sangre de vacuno o de buey (a veces también de cerdo o de cordero) también se utilizaba para adulterar el vino con el fin de darle supuestamente más color. A veces se añadía fresco (todavía caliente de la matanza) o después de secado como polvo molido. En aquella época ya se castigaba en parte con los más...
Por mis muchos años de trabajo como redactor con un enfoque vinícola, siempre me gusta informarme en la enciclopedia del vino cuando tengo preguntas especiales. La lectura espontánea y el seguimiento de los enlaces suelen conducir a descubrimientos apasionantes en el amplio mundo del vino.
Dr. Christa Hanten
Fachjournalistin, Lektorin und Verkosterin, Wien