La capital del antiguo Imperio Cartaginés fue fundada por los fenicios (ciudad-estado de Tyros) en el año 814 a.C., a doce kilómetros al norte de Túnez, como colonia comercial (según la mitología griega, por el personaje femenino Dido). Estos últimos también trajeron la viticultura y los cartagineses adoptaron sus conocimientos. Había florecientes viñedos alrededor de la ciudad. El historiador griego Diodoro Sículo (90-21 a.C.) describe la campiña cartaginesa del siglo IV a.C. como una zona repleta de vides y olivos, especialmente en el valle de Bagradas y en el sur del actual Túnez. Del escritor púnico Mago (siglo II a.C.) procede la obra en 26 volúmenes "De re rustica", en púnico, sobre la agricultura, incluida la viticultura, que ya no se conserva pero que es citada a menudo por autores posteriores. El historiador romano Tácito (55-120) habla en sus Anales de un vino cartaginés elaborado con uvas secas.
El glosario es un logro monumental y una de las contribuciones más importantes al conocimiento del vino. De todas las enciclopedias que utilizo sobre el tema del vino, es la más importante con diferencia. Así era hace diez años y no ha cambiado desde entonces.
Andreas Essl
Autor, Modena