Aflojar el suelo antes de plantar un nuevo viñedo mediante un arado profundo a una profundidad que suele ser de al menos 30 a 80, y en raras ocasiones hasta 120 centímetros, dependiendo del tipo de suelo (la rigole holandesa-francesa significa canal profundo o zanja de drenaje). Los suelos de los viñedos, algunos de los cuales llevan mil años en uso, solían ser rigolizados a mano cada 30 u 80 años. Hoy en día, esto se hace a máquina cada 20 o 40 años, a menos que se abandone por completo. Esto afloja el suelo, elimina las capas compactadas y enriquece el subsuelo con los nutrientes que faltan, lo que es especialmente importante cuando se plantan vides jóvenes. Los residuos de las raíces deben eliminarse por completo para evitar su posterior putrefacción y, por tanto, la propagación de bacterias. Este trabajo se realiza a finales de otoño hasta la entrada del invierno. El suelo resultante se llama Rigosol. Véase también el apartado de Fertilización y Arranque, así como una lista completa de todas las actividades en el apartado de Mantenimiento de Viñedos.
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Dominik Trick
Technischer Lehrer, staatl. geprüfter Sommelier, Hotelfachschule Heidelberg