El hecho, ahora científicamente probado y difícilmente discutible, del (demasiado) rápido cambio climático también ha llevado a un replanteamiento de la viticultura. Desde mediados de los años noventa, especialmente en las regiones y países de clima cálido, las vides se plantan cada vez más en zonas más frescas y de influencia continental, sobre todo a mayor altitud. Se prefieren las variedades de uva tradicionales, que se benefician del clima fresco y del largo periodo de maduración (tiempo de maduración). En general, la viticultura de clima continental o de influencia climática significa un verano con días calurosos y noches frías, un otoño suave con pocas lluvias y un invierno con heladas incluso fuertes. En general, el clima es bastante seco, con unos 500 a 600 mm de precipitaciones al año.
Por mis muchos años de trabajo como redactor con un enfoque vinícola, siempre me gusta informarme en la enciclopedia del vino cuando tengo preguntas especiales. La lectura espontánea y el seguimiento de los enlaces suelen conducir a descubrimientos apasionantes en el amplio mundo del vino.
Dr. Christa Hanten
Fachjournalistin, Lektorin und Verkosterin, Wien