Tut-Ench-Amun

El faraón egipcio Tut-Ench-Amun (c. 1350 a.C.) murió a los 17 años. El descubrimiento de su tumba casi intacta por el arqueólogo inglés Sir Howard Carter (1873-1939) en 1922 fue una sensación mundial. Entre otras cosas, se encontraron un total de 36 ánforas, algunas de ellas con restos de vino, 26 de las cuales están marcadas con inscripciones. Una de las jarras lleva la inscripción: "Año 5, vino de la hacienda de Tut-Ench-Amun del Río Occidental. Jefe de los viticultores Kha'y". Lo más probable es que el "río occidental" se refiera al brazo occidental del delta del Nilo (sólo hay un río en Egipto), donde se encontraba la mejor región vinícola egipcia de la época.

Lo que significa el "año 5" no está del todo claro. Sin embargo, es probable que no sea el año del reinado del rey, ya que en otra jarra dice "año 31" y este rey murió joven. Por cierto, en seis de las jarras figura el "jefe de los vinateros Kha'y". Según las inscripciones, un total de 23 jarras datan de los años 4, 5 y 9. En marzo de 2004, las científicas estadounidenses María Rosa Guasch-Jané (egiptóloga) y Rosa Lamuela-Raventós (química) examinaron los residuos de vino tinto seco en una jarra de la tumba del faraón mediante cromatografía y espectrometría. Así se identificó la sustancia glucósido de malvidina, que pertenece a las antocianinas y sólo se encuentra en el vino tinto. Más tarde, también se encontraron restos de vino blanco. Esto demuestra que ambos tipos de vino se producían en el antiguo Egipto. Hasta ahora se suponía que sólo se producía vino tinto. Véase también Vinos antiguos, Variedades de uva antiguas y Cultura de la bebida.