Este complejo defecto del vino se manifiesta con un olor apagado, mohoso y a veces punzante como el del vinagre, o con un sabor desagradable. La impresión ajena al vino es bastante similar a la temida mancha de corcho. El defecto es causado por varios mohos, siendo los géneros más comunes Penicillium y Aspergillus. Una de las causas son las uvas que han sido afectadas por uno de los muchos tipos de podredumbre de la uva, como la podredumbre gris (Botrytis) o la podredumbre verde, o cuyas bayas han sido dañadas por influencias externas, como los daños causados por plagas o las fuertes lluvias. Si la causa es la podredumbre blanca de las uvas provocada por el granizo, se denomina tizón del granizo. Otro motivo principal es la falta de higiene en la bodega. Esto puede provocar la formación de moho en el mosto, en los residuos de vino, en el sarro que se encuentra en las barricas de madera y en el equipo de la bodega. En el caso de las barricas, esto se evita mediante la conservación en húmedo o en seco. El vino se trata con carbón activado. Un defecto que se manifiesta de forma similar es la mancha del barril.
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Thomas Götz
Weinberater, Weinblogger und Journalist; Schwendi