Hasta principios del siglo XX, se desconocía la causa de esta enfermedad de la vid, también llamada Rotbrenner, y se sospechaba que había deficiencias de nutrientes. En 1903, el suizo Hermann Müller-Thurgau (1850-1927) descubrió el hongo parásito Pseudopezicula tracheiphila como patógeno, por lo que a veces también se denomina a la enfermedad. El hongo pasa el invierno en las hojas marchitas del suelo. Esta es también la principal fuente de infección. La enfermedad fúngica suele producirse en laderas poco profundas, pedregosas y secas después de lluvias prolongadas. Las esporas que se desprenden durante este proceso atacan los brotes y las hojas de abril a julio, principalmente en la parte inferior de la planta. Si no se toman medidas, la infestación puede extenderse a todo el follaje y, en casos extremos, provocar pérdidas de rendimiento de hasta el 70%.
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Egon Mark
Diplom-Sommelier, Weinakademiker und Weinberater, Volders (Österreich)