La polilla (Nemapogon cloacellus) mide 7,5 milímetros y tiene una envergadura de 10 a 14 milímetros. Al insecto le gusta poner sus huevos en lugares húmedos de la bodega. Si esto ocurre en un corcho, éste es devorado por la oruga incubada (también llamada gusano del corcho) y, por lo tanto, tiene fugas, lo que posteriormente provoca la oxidación del vino (además de moho) e incluso fugas. También es posible que el sabor del vino se vea perjudicado por los mohos, las bacterias y los ácaros, que se asientan en las telas de las migas de corcho intercaladas con los excrementos y entran en la botella a través del corcho que gotea. Esto también puede hacer que el vino tenga un sabor a moho defectuoso. Se reconoce la infestación por la propia oruga en el corcho o en el corcho masticado o en las migas de corcho o en el suelo. Las botellas no infestadas pueden protegerse cubriendo el corcho con lacre para documentos. Se puede obtener una buena protección utilizando Flaschen-cápsulas de botellacápsula. También se puede controlar la polilla del corcho mediante trampas biológicas para polillas.
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Dr. Edgar Müller
Dozent, Önologe und Weinbauberater, Bad Kreuznach