Véase el apartado de aves plaga.
Ciertas especies de aves, como mirlos, faisanes, perdices, gorriones y estorninos, atacan las uvas dulces durante el periodo de maduración, a partir de agosto, y pueden provocar una reducción considerable del rendimiento. Las plagas de aves en los viñedos ya se describieron en la antigüedad y siguen siendo un problema en todo el mundo. En primavera y verano, sin embargo, pueden ser deseables como insectívoros y, por tanto, como insectos beneficiosos. En casos extremos, pueden producirse bandadas muy numerosas de hasta 10.000 pájaros o más; esto es especialmente cierto en el caso del estornino pinto. Si una bandada de aves de este tipo se instala en un viñedo, éste queda "cosechado" en poco tiempo. Como efecto secundario negativo, las bayas dañadas o picoteadas favorecen la penetración de microorganismos como bacterias y hongos y, por tanto, la aparición de la podredumbre de la uva.
Para intentar evitarlo o limitar los daños se utilizan medidas muy diversas. En la actualidad, el uso de avicidas (pesticidas) está muy restringido o totalmente prohibido. Como sustituto, se utilizan "agentes espantadores" (sustancias repulsivas, repelentes), que se perciben a través del olfato pero no matan. También se incluyen métodos físicos. Una forma relativamente elaborada consiste en cubrir los viñedos con redes. En este...
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Prof. Dr. Walter Kutscher
Lehrgangsleiter Sommelierausbildung WIFI-Wien