El sentido del gusto (también gustatoria del latín gustare = probar, saborear) sirve para controlar los alimentos ingeridos. Al igual que el olfato, se cuenta entre los sentidos químicos. En un sentido más amplio, la percepción del gusto es una compleja interacción entre el sentido del gusto gustativo (saboreando) y el sentido del olfato olfativo (oliendo). Esto se complementa con información táctil o trigeminal sobre el tacto, el dolor y la temperatura en la cavidad bucal. Entre estas se encuentran las sensaciones de picante (caliente) y astringente (efecto en los vinos tintos ricos en taninos, no debe confundirse con amargo). En un sentido más estricto, el gusto consiste solo en unas pocas categorías de sabores que se perciben a través de la lengua y, en parte, a través de la mucosa faríngea.
Lengua - Sabores: 1 = umami, 2 = amargo, 3 = ácido, 4 = dulce, 5 = salado
Nervio lingual: 1 = cavidad bucal, 2 = poro gustativo, 3 = mucosa lingual, 4 = célula sensorial del gusto, 5 = célula basal (yema), 6 = nervio al cerebro (transmisión), 7 = tejido conectivo
En relación con la Umbral de percepción de las percepciones sensoriales, existen los siguientes términos:
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Prof. Dr. Walter Kutscher
Lehrgangsleiter Sommelierausbildung WIFI-Wien